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La propuesta establece una estrategia de ocupación programática para la zona de las vías del tren sin uso. Más que una rehabilitación cosmética, se trata de un urbanismo ajustable y flexible formado por un ensamblaje urbano que busca “conquistar” nuevos territorios para los ciudadanos. Replanteando su simbolismo histórico, la vía se vuelve él elemento principal al transformar los vagones del tren en espacios públicos, renovando el sentido de pertenencia entres los vecinos de la zona. Es también, un articulador urbano que permite a los pasajeros conectarse mejor en las intersecciones.
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