top of page

Modos de Intervención Profesional Multitudinaria en la Producción Informal de Ciudad

con el apoyo del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA)

Aunque mucho se habla de la expansión desproporcionada de nuestras ciudades debido a la producción de vivienda de bajos recursos por los desarrolladores, es cierto que la mayor cantidad de vivienda y espacio urbano se hace en la informalidad, entendida como un “enredo de reglas sociales, procesos económicos, arreglos políticos de desarrollo urbano y experiencias cotidianas, y aunque más aparentes en asentamientos de bajos ingresos, permea, sin embargo, en todas las formas de producción urbana” (Gilbert, De Jong 2015). Si tomamos como ejemplo la ciudad de México, el 60% de lo construido se hace de manera informal en distintos grados de intensidad, desde el centro de la ciudad hasta la periferia. Sin embargo, este modo de urbanización, no solo está ocurriendo en las grandes ciudades, sino también en ciudades intermedias y menores.


Es importante entender, por tanto, que la “urbanización periférica, es notoriamente generalizada, ocurriendo en muchas ciudades del sur, independientemente de sus distintas historias de urbanización y especificidades políticas” (Caldeira 2016). Si logramos sobrepasar el estigma de que los asentamientos informales son lugares de marginación, con alta criminalidad y pobreza, desorganizados e ineficientes, y los entendemos al mismo tiempo como expresiones “subversivas” de producción de ciudad con alta permeabilidad a las necesidades individuales y a lo local, en contraposición a esquemas de desarrollo “desde arriba”, normalizantes, estereotipados, limitados por filtros de representatividad. “Aquí la idea de una ciudad es de una condición urbana elástica, no una gran visión, sino un “gran ajuste” (Rahul Mehrotra 2010). Podríamos estar ante una alternativa de producción de vivienda y ciudad con ingredientes inherentes a los modos de operación de países en desarrollo y menos determinada por las ajenas realidades socio políticas, legales y económicas del occidente desarrollado. Estamos ante el entendimiento de un esquema de desarrollo de vivienda y ciudad, que aunque presente desde hace mucho tiempo, no hemos sabido reconocer sus posibles ventajas en la medida en la que es capaz de integrar innovación, conocimiento, flexibilidad y mejoras operativas. Más aún, la formalidad y la informalidad en gran medida se entrelazan en una “lógica de
urbanización dialéctica” (Gilbert, De Jong 2015’).


En cualquier caso, estos modos de producción espacial han estado presentes, siguen hoy y lo estarán en los diversos futuros imaginables en décadas por venir. Los recursos monetarios, humanos y materiales con los que esta ciudad informal se produce seguirán su flujo en mayor o menor medida dependiendo de las condicionantes políticas, normativas y económicas.


Es completamente necesario entonces diseñar e implementar esquemas de involucramiento intensivo y multitudinario de los arquitectos en este contexto de producción espacial. La mera concepción de proyecto arquitectónico ejecutivo como hoy lo conocemos tendría que ser evaluada con miras a extender el impacto que las competencias del arquitecto pueden ofrecer. La rigidez de un esquema que corresponde a un ámbito legal, político y productivo ordenado y predecible no es capaz de contener tácticas de respuesta dadas las condiciones económicas y temporales de la ciudad informal. ¿Es posible conceptualizar un modelo operativo con el que una gran cantidad de arquitectos y equipos multidisciplinares con distintos grados de experiencia y líneas de pensamiento intervengan en la ciudad informal? ¿Es posible que el pensamiento de diseño aporte de manera masiva en un contexto rápidamente cambiante? ¿Es posible generar inteligencia compartida en la producción espacial multitudinaria? ¿Es posible cambiar nuestra concepción profesional del proyecto a uno más responsivo e inmediato y en el que tal vez no preveamos su materialización con exactitud? ¿Es posible que la interacción digital pueda ser utilizada para catalizar la participación en estos entornos? ¿Es posible mantener la diferencia y la multiplicidad de soluciones arquitectónicas particulares a gran escala?


Sabemos que solo un porcentaje muy menor de la construcción se realiza con la participación de los arquitectos y equipos profesionales multidisciplinarios. Los protocolos actuales de planeación urbana solo alcanzan a tener impacto en zonas muy delimitadas, que algunos han llamado urbanismo de polos. Es necesario diseñar a implementar modelos que incidan en la participación de los actores necesarios en la producción espacial y material de vivienda de la ciudad informal.


Hoy, una mayoría de los entornos urbanos del sur global se están produciendo con variaciones de informalidad. Si pensamos que una gran cantidad de decisiones espaciales pueden ser influenciadas positivamente en cuestiones tan sencillas como iluminación natural, ventilación y ganancia térmica o tan complejas como disposiciones de espacios públicos o zonas de riesgo, el impacto en términos sociales, de calidad de vida, seguridad, salud y resiliencia urbana sería enorme. Podemos tomar acción o seguir siendo espectadores.

bottom of page